Bueno, pues después de contaros a fondo uno de los puntos que consideraba importantes para que supierais como se desarrollo el tercer trimestre del embarazo, hoy os cuento la segunda parte, en la que también sucedieron muchas cosas y que justamente me hicieron que realmente, empezara a pasar miedo y todo se empezara a tambalear en mi cabeza.
Con tanto mareo con el tema de la anemia, encontrarme mal y así, nos olvidamos de una de las cosas que más ganas tenía de hacer en el embarazo, una ecografía 4D.
Sabia que era una cosa que posiblemente no se repetiría y a esas alturas nos moríamos ya, por ver la carita de Baby Alexia.
Por el trabajo de mi marido, nos resultaba realmente complicado cuadrarnos para ir juntos, lo que nos llevó a la semana 32 para pedir hora y que nos la hicieran.
Después de mucho luchar (ya os lo contare a fondo en otro post…) conseguimos que nos hicieran la ecografía y aunque poquito, se dejó ver, nos regaló su primera sonrisa y nos confirmaron que ya estaba colocada para el parto.
Como ya os comente, con el control de la anemia, me hicieron bastantes ecografías, así que dos días antes había tenido otra.
No paraba de ver a la pequeñaja y me hacia realmente feliz.
Había mejorado de la anemia, había visto tropecientas veces a la peque, no tenía ardores, y creía volver a poder disfrutar, aunque solo fuera del tercer trimestre. Otra vez me lleve el chasco.
En la semana 36 creo, fuimos a la primera visita de control al hospital, para hablar con la doctora y anestesista.
Decidieron hacerme otra ecografía y yo la verdad que había tenido tantas, que iba realmente tranquila.
Pero cuando empezaron a hacer la ecografía, vi caras raras sin que me dijeran nada y empecé a olerme algo raro.
No encontraban el latido.
Dieron vueltas y vueltas, y al final lo consiguieron encontrar, con la sorpresa de que la niña había decido girarse y estaba en posición transversal, por eso no lo encontraban donde se supone que debería estar.
La doctora estaba un poco alucinada, porque de 36 semanas que se moviera, ya estando bien colocada para el parto, era rarísimo.
Entonces me comunico una de las cosas que más me dolió: Me programaban cesárea.
No es que tenga nada en contra de las cesáreas, es que realmente me producía un miedo horrible, y no supe cómo gestionar, que dentro de lo que cabe, el embarazo hubiera ido bien y ahora pasara esto.
Y para complicarme más la noticia, justo me la programaban para el mismo día que hacía un año había fallecido mi madre.
Para mi realmente, fueron días horribles. Días de mucho preguntarme y de investigar mucho.
Os haré un post sobre este tema y todo lo que descubrí, por que se que ha muchas os ha pasado, y la verdad que en ese momento, yo me sentí totalmente perdida.
He de decir que pocos días antes de ir al control, me tumbe, note que la niña se movía mucho y me hizo un daño horrible, hasta el punto que mi marido me dijo de ir al hospital.
Supongo, que fue ese día cuando paso todo.
La doctora igualmente, como era muy raro que se hubiera movido tan tarde, me dijo que me citaba dos semanas antes de la cesárea (en la semana 38), para ver si se había movido de nuevo.
Yo no sé lo que llegue a hacer en esos días, pero efectivamente, cuando llegamos al hospital, y después de tenerme esperando un rato que para mi fue interminable, nos dijeron que la niña se había vuelto a colocar, que encima ya estaba muy abajo y nos dio a entender que no le quedaba mucho para salir.
Me lleve una alegría enorme, pero a la vez lo empecé a pasar fatal para dormir, por el miedo de que se volviera a girar, porque estoy convencidisima que cuando cambio de posición, fue al tumbarme boca arriba en el sofá.
Así que ya os podéis imaginar, intentar dormir o hacer lo que fuera, sin coger posiciones que pudieran propiciar que se moviera de nuevo (aunque me hubiera dicho la doctora que no tenia nada que ver…)
Pero lo pase tan mal, que no quería que volviera a pasar.
Y entonces la niña, decidió que estaba muy cómoda ahí dentro y que no quería salir, y así se nos paso la FPP, y yo ya me tiraba de los pelos pensando que volviera a hacer de las suyas… .
Hasta aquí la pequeña historia de mi embarazo, que aunque no tuvo complicaciones, fue un embarazo bastante intenso.
Me reafirmo en lo que dije a principio:
Un embarazo NO ES BONITO.
Habrá gente que tenga un embarazo mejor o peor, pero que no os hagan creer que es un camino de rosas, por que aunque es una experiencia que te hace aprender mucho, son también muchos los casos donde no es agradable.